La fe es la certeza de lo que no podemos ver, tal como nos lo hace saber el apóstol Pablo.
Como todo ser humano normal, cuando tienes una prueba amarga, y luego otra, y después otra más, te parece que Dios se ha olvidado de ti.
Y no alcanzas a percibir que estás creciendo y te estás fortaleciendo.
¡Alégrate, porque ya estás en camino de ser una persona mentalmente madura! (sin importar tu edad cronológica)
Al pasar meses y años notas que eres más capaz y solvente para resolver los problemas y las pruebas que se te presentan cotidianamente.
Es importante que reconozcas cuanto antes en ti ese poder que tienes para vencer y triunfar.